San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – Así es; cada deportista tiene una historia que contar, y la de los nuestros no está llena solo de rosas o días soleados; la historia de la mayoría de nuestros representantes en Rio de Janeiro 2016 está marcada por muchos días grises y lluviosos en los que han llorado amargamente, pero esos desalientos solo les ha hecho empoderarse de garra, de fe y de lucha para seguir adelante logrando cada objetivo propuesto, a veces no quedando del todo satisfechos por los resultados, pero si consientes que dieron todo de sí.
Hay quienes que desde la comodidad de un sillón frente a un celular, computadora o televisor hacen gala de su pobre conocimiento deportivo y desconociendo la verdadera historia de cada atleta; despotrican, atacan y analizan sin sentido la participación de los nuestros en los recién pasados Juegos Olímpicos celebrados en Brasil, basta con leer algunos comentarios en redes sociales o escuchar conversaciones vacías al respecto, y te das cuenta del desconocimiento de elementos básicos tan fundamentales que tienen a la hora de postear puntos de vista, hablan como si ellos les regalaron los pases para asistir, mismos que cada atleta se ganó a base de largos días de trabajo duro, sudor, madrugadas,desvelos, lágrimas, etc.
El tema lleva a una pregunta clara: ¿estamos los espectadores avalados moralmente para criticar con tanta severidad el actuar de nuestros deportistas? Se es efusivo para celebrar cuando se triunfa en las justas deportivas ya sea con la selección nacional de fútbol o en una hazaña deportiva individual, pero cuando las cosas no salen bien se les olvida nuestra nacionalidad y se da paso al linchamiento mediático de nuestros atletas.
Ahora, si pasamos al tema de las críticas ciudadanas para con el desempeño y actuación de nuestros representantes en las pasadas olimpiadas, se antoja hipócrita e inmoral el hecho de que no se aprecie el esfuerzo y dedicación de un grupo de personas las cuales; a pesar de no haber obtenido las preseas que nos hubiesen gustado, pertenecen al selecto grupo de los mejores atletas sobre el planeta. Así que, para todos aquellos que critican sin fundamentos sería mejor que dediquen su tiempo a un mejor fin personal como hacer ejercicio, alimentarse sanamente o apoyar a los atletas que en muchas ocasiones no son respaldados ni por su propia familia.
Apoyemos nuestro deporte porque es el único que va hacer flamear nuestra bandera ante el mundo, y antes de delirar al observar competencias del deporte extranjero, te invito a dar una vuelta por los complejos deportivos que hay en nuestras ciudades o canchas de tierra en los lugares menos favorecidos; para que observes el arduo trabajo y esfuerzo que nuestros deportistas realizan. Al ver un deportista apláudale porque representa horas y horas sacrificadas para lograr poner en alto el nombre de su ciudad y de nuestro país en general
