El tropiezo del Atlético, el primero de este calado de la era Simeone, deja a los madrileños con un futuro incierto en la temporada y a su entrenador en una posición delicada.
La Cultural se plantó en los octavos de final tras remontar de manera épica el tanto de Correa con los goles de Castañeda, para forzar la prórroga, en la que remató la faena Sergio Benito, repitiendo la historia de la eliminatoria anterior ante el SD Huesca.

Un mal Atlético de Madrid terminó eliminado de la Copa del Rey. Foto ABC
Los leoneses, que acumulan 449 días sin conocer la derrota en el Reino de León volvieron a dejar a su técnico invicto en su terreno después de 27 partidos, desde que cayera en Copa ante el FC Barcelona un 31 de octubre de 2018.
Mientras el técnico local José Manuel Aira dio más oportunidades a los menos habituales, Diego Pablo Simeone puso en el campo de inicio prácticamente lo mejor con lo que se desplazó a León.
Es imposible que un equipo que apenas tiene fútbol de creación más allá de chispazos puntuales se permita el lujo de no tener gol. Cuando un director deportivo y un entrenador diseñan una plantilla basada en un juego físico y que propone más carácter y defensa que virtuosismo, no se puede crear un conjunto sin personalidad y el Atlético es eso, un equipo sin alma. Los rojiblancos antes tenían espíritu, ahora son un espíritu.
Abre el paraguas Cholo, porque va a llover mucho y la verdad, tanta agua es merecida.