Vitell, Francia. (AGE) – Arnaud Demare ganó la cuarta etapa del Tour de Francia que este mates viajaba desde Mondorf-les-Bains hasta Vittel sobre un recorrido de 207 kilómetros. El francés se impuso en una muy accidentado esprint donde Peter Sagan protagonizó un gesto feísimo al sacar el codazo a Mark Cavendish, al que hizo estamparse contra el vallado. En la general, Geraint Thomas sigue siendo maillot amarillo.
Capaz de lo mejor, como ayer; y de lo peor, como hoy. Peter Sagan. El eslovaco fue protagonista en el final de la etapa, pero esta vez no por su superioridad en un esprint sino por su mal hacer con un compañero. Todo se concentró en el último kilómetro. Hasta entonces, la jornada había contado con una maratoniana escapada de Van Keirsbulck. El belga del Wanty se escapó en los primeros compases del día y rodó en fuga cerca de 200 kilómetros.
El pelotón hizo lo que quiso con él por lo que no hubo premio. Le dejó irse hasta los 13 minutos y luego controló su fuerzas y su moral durante toda la etapa. Al final, reventado, sacó bandera blanca y fue engullido por el gran grupo cuando aún restaban 16 kilómetros para meta. Los ‘trenos’ empezaron a afilarse. Los hombres de la general escalaban posiciones para evitar sustos.
En la general, Quintana (21 a 48 segundos) es el mejor colombiano, seguido por seguido por Betancur (28 a 54 segundos), Urán (31 a 1:03), Chaves (44 a 1:13), Henao (49 a 1:24), Pantano (58 a 1:51) y Atapuma (146 a 5:26).
La primera caída llegó cuando quedaba poco más de un kilómetro, y su principal víctima fue Thomas, pero después llegaría una segunda cuando se disputaba el esprint masivo, del británico Mark Cavendish (Dimension Data), cuando luchaba con el eslovaco Peter Sagan (Bora), que parece empujarle con un codazo.
La continuidad de Cavendish en el Tour, puede verse comprometida tras su caída.
Arnaud Demare es el primer francés que gana un esprint masivo en el Tour desde que Jimmy Casper se impusiera el 2 de julio de 2006.
La carrera estuvo animada por la escapada en solitario desde el primer kilómetro del belga Guillaume Van Keirsbulck, que llegó a tener más de trece minutos de ventaja y que fue atrapado, cuando quedaban unos 16 km.
Van Keirsbulck, un modesto corredor belga del equipo Wanty, quería emular a su abuelo, Benoni Beheyt, que ganó una etapa del Tour de Francia en 1964.
Pero Van Keirsbulck, que se escapó en solitario desde el inicio de la etapa, no pudo seguir la senda de su abuelo, campeón del mundo en carretera en 1963.
