El árbitro, David Cruz, da la nota negra de la Jornada 7 con su actuación
El central no anotó una de las amarillas a Kevin López y no la agregó en el acta.
San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – El referí central David Cruz cometió varios errores entre ellos un insólito y garrafal este domingo 25 de octubre del 2020 durante el clásico entre Motagua y Marathón.
A pesar que los azules y verdolagas nos regalaron un entretenido y apretado juego que quedó en empate 1-1, el árbitro David Cruz se salió con las suyas manejando con desorden y tomando malas decisiones durante todo el partido.
Habló mucho. Cortaba demasiado el juego. Básicamente quiso protagonismo y lo consiguió. Es inaceptable que durante la transmisión y en cancha nadie haya dicho nada. Todos se quedaron callados, quizás no lo vieron o hacían caso omiso a propósito. No sé eso.
Lo que si sé es de una nueva demostración de las carencias de nuestra Liga Nacional Profesional de Fútbol. Si bien en un momento el encuentro comenzó a volverse friccionado. Motagua dominaba y Marathón se cargaba con faltas, muchas de ellas gracias al arbitraje localista que David Cruz ejerció.
Los locales eran mejores en el primer tiempo y el equipo verde tuvo que hacer unos ajustes para poder contrarrestar el dominio del las águilas azules. El ingreso del joven Cristian Calix hizo darle mayor movilidad al juego.
Entre una de las jugadas polémicas está la falta cometida al equipo esmeralda por el central Wesly Decas quién derribó a Yaudel Lahera dentro del área, pero el árbitro determinó que esta fue fuera en la línea. Fue un claro penal no pitado al Marathón.
Esto no fue todo. El hecho insólito y que nadie se dio cuenta ocurrió en el minuto 90. Kevin López, habilidoso jugador del Motagua, vería su segunda amonestación. El juez central podría darse la vuelta para anotar el número de camisa pero el jugador logró engañarlo en el momento por apurar la jugada. Se aprovechó de la situación. Un jugador con comportamiento anti ético. La primera amarilla fue en el minuto 64 y queda evidenciado en el vídeo de ambas jugadas.
Bien dicen que los jugadores son el reflejo de la personalidad impuesta por su director técnico. En este caso sabemos de la injerencias de Diego Vázquez en el comportamiento de sus jugadores que ha sido pocas veces juzgada y ha condicionado gran cantidad de partidos donde el Motagua ha sido beneficiado.
El jugador debió ser expulsado y nadie dijo nada. Ni siquiera los jugadores rivales, los verdes ni se dieron cuenta, quizás podamos decir que fue una viveza pero estas acciones deben de ser condenadas y el mal arbitraje debería tener consecuencias.
No es la primera vez que sucede y ya es de manera seguida que vemos errores garrafales de parte de las cuartetas arbitrales en la liga nacional.
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