Aposta por la paz
Gignac anotó el tanto de Tigres en la primera mitad. Foto AFP Distrito Federal, México. (EFE) – Los locales fueron superiores en todo momento, pero al final Tigres logró un empate en un encuentro que cambió gracias a una genialidad de Gignac, que acabó el encuentro lesionado.
Desde el primer minuto quedó claramente demostrado que se trataba de una final en todos los aspectos. El choque comenzó tosco, sin ocasiones y con demasiado respeto entre ambas escuadras.
El paso del tiempo desequilibró algo más la balanza del lado local, que encontró en Nahuel a su peor enemigo. Dos buenas intervenciones en el primer tiempo privaron a las ‘aguilas’ de irse con ventaja al descanso, premio que podrían haber obtenido si Peralta no falla un penalti a los 25 minutos tras una decisión muy discutida del colegiado.
Tigres, mientras tanto basaba su juego en el orden atrás y en André-Pierre Gignac arriba, la referencia que les sacó las castañas del fuego.
Cuanto todo parecía indicar que el primer tiempo finalizaría con el empate a cero, Gignac sacó la chistera y tiró de magia para poner el sorprendente 0-1 en el marcador.
Gignac sufrió un esguince cervical y es duda para la vuelta. Foto AFP El jugador se deshizo de sus rivales en velocidad tras aprovecharse de un resbalón ajeno y, ante la salida de Muñoz, colocó el balón entre sus piernas para celebrar el primer tanto del duelo.
La reanudación llegó ya con el jarro de agua fría digerido por los locales, que salieron a morder desde el primer minuto. Fruto de ello fue el tanto de Bruno Valdez, que llegó a 20 minutos del final tras remachar un esférico peinado en el área.
Tras los 90 minutos y un final con América volcado y Tigres aguantando sin su mejor jugador (Gignac acabó lesionado), ambos equipos se dieron la mano y se citaron en la vuelta para decidir el campeón del Torneo Apertura.
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