Ciudad del Cabo, Sudáfrica. | FIFA |
No todos los días uno puede comparar sus habilidades futbolísticas con las de un príncipe. Esa fue la extraordinaria experiencia que vivieron unos muchachos de Khayelitsha, suburbio de Ciudad del Cabo, con la visita de Su Alteza Real el Príncipe Enrique a su Centro Football for Hope. Este centro, legado de la Copa Mundial de la FIFA 2010 en el país, fue el primero de los 20 del continente africano que se terminó en 2009, y es la segunda visita real que recibe desde su inauguración, ya que el padre de Enrique, el Príncipe Carlos, realizó un viaje similar en noviembre de 2011.
Enrique participó en sesiones de entrenamiento y en los debates educativos sobre el VIH y el sida, e incluso exhibió su habilidad como bailarín. El impacto positivo de su visita pudo verse en la sonrisa de los jóvenes. Grassroots Soccer, que gestiona el centro, emplea el fútbol para educar, servir de inspiración y movilizar a los jóvenes para detener la propagación del VIH.
“La verdadera magia del programa es la utilización del fútbol para construir relaciones con los chicos”, declaró a Eyewitness News James Donald, Director Gerente de Grassroots Soccer. “Hay pruebas de que si tienen a un adulto que se preocupe por ellos en su vida es más probable que tomen decisiones saludables”.
Y esos adultos que se preocupan, los 20 entrenadores del centro, trabajan con miles de niños cada año. “Resulta fácil educar a los niños usando lo que les gusta y lo que hacen en su tiempo libre”, explicó Wonderboy Sibiya, uno de los Entrenadores de Técnicas Principales de Grassroots. “Si se les da algo que les gusta es más fácil enseñarles las cosas que afectan a sus vidas, y eso es concienciarlos acerca de la enfermedad que está matando a la juventud”.
Aunque el número de muertes por VIH en África esté reduciéndose globalmente, las últimas cifras hechas públicas por UNICEF indican que el único grupo de edad en el que no se registra una bajada de los fallecimientos provocados por la enfermedad es el de los adolescentes. Y eso da una importancia todavía mayor al trabajo de organizaciones como Grassroots Soccer y el respaldo que reciben de personalidades como el Príncipe Enrique.
“Es uno de los pocos famosos que siguen realizando muchas declaraciones meditadas y bien medidas sobre el VIH”, concluyó Donald. “De alguna manera, después de llevar más de 20 años combatiendo la enfermedad, todavía nos asusta tener charlas sobre este tema, de modo que es muy útil que el Príncipe Enrique haya demostrado su compromiso con la prevención del VIH”.
