El Chelsea casi toca el trofeo de la Premier League. Goleada al Southampton en Standford Bridge
Londres, Inglaterra. (AGE) – Todavía animados por el pase a la final de la FA Cup, el Chelsea de Antonio Conte, gracias a los goles de Eden Hazard, Gary Cahill y Diego Costa (2), dieron un nuevo golpe de autoridad en un partido más complicado que lo que indica el marcador.
No desistió el Southampton ante el inicio demoledor del cuadro londinense, acostumbrado a competir en escenarios de este tipo. Con Romeu al mando, administrando y dirigiendo el cuero, el conjunto del sur de Inglaterra dominó al líder de la competición, le amenazó y le generó peligro, tanto que el propio ex del Barça, tras la prolongación de un córner, acompañó al fondo de las mallas el empate, muy merecido por insistente. El canterano del Barcelona sólo tuvo que empujar a la red desde el área pequeña un balón que no acertó a despejar la defensa y que rechazó Courtois tras un disparo de Gabbiadini en el segundo palo.
Cuando el partido parecía que se iría con empate al descanso llegó el tanto de Cahill, que dejó muy tocado a los ‘Saints’. El capitán de los azules llegó desde atrás, después de un centro de Kanté al área que peinó Marcos Alonso, para cabecear el esférico al fondo de la red y poner nuevamente en ventaja a los suyos.
Al poco de iniciarse la segunda mitad, Costa, luchador como siempre pero sin suerte de cara a portería -siete partidos sin marcar-, se reencontró con el gol al rematar de cabeza desde el área pequeña un centro milimétrico de Fàbregas que fue su asistencia número 103 en la Premier.
Con la ventaja doblada el Chelsea respiró tranquilo, acompañado por una hinchada que adora al técnico italiano y que gritó “shoot” (dispara) a Matic cada vez que recogió el balón en la frontal, recordándole el gran gol que anotó en Wembley. Adormeció el choque durante los últimos minutos, pero le dio tiempo a golear con el cuarto de Costa, tras una gran pared con Hazard y con Pedro. El Southampton descontó en el último minuto con un gol de Bertrand, pero el Chelsea se despidió como Terry, aclamado por todo lo alto, para cerrar una noche en la que los de Conte se acercan a la Premier. La presión es para el Tottenham.
