Aposta por la paz
San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – Al beber agua en exceso se produce un sobre esfuerzo de los riñones ya que estos deben filtrar hasta tres veces la cantidad de líquidos que los especialistas recomiendan que consumamos, dos o tres litros de agua al ser deportista.
En consecuencia minerales tan importantes para el organismo como el potasio y sodio se diluyen rápidamente en el plasma sanguíneo y sus primeras consecuencias son la aparición de calambres, a mayor cantidad de agua ingerida continuamente mayores riesgos aparecen pudiéndose producir una hiperhidratación o intoxicación por consumo de agua.
La hiperhidratación se genera cuando el consumo de agua es superior a su eliminación y las alteraciones que pueden producirse se deben a la dilución excesiva de sodio en la sangre donde el órgano más afectado suele ser el cerebro, pues los cambios bruscos en el contenido de agua generan la imposibilidad de adaptación de las neuronas y ocasionan confusión mental, convulsiones y hasta el coma, puede producirse una hiponatremia a causa de la ingesta desmedida de agua con la única intención de prevenir la deshidratación, es decir, se causa un descenso en los niveles de sodio en el fluido sanguíneo generando alteraciones en el sistema nervioso.
Ante el desconocimiento por parte de la población acerca de la importancia de una correcta hidratación, expertos en nutrición han elaborado la Declaración de Zaragoza, España (2008), un documento de consenso «Guía de la Hidratación Saludable» con recomendaciones básicas para una correcta hidratación, y la «Pirámide de la Hidratación», incluida en la misma, que informa sobre los líquidos que se recomienda beber; la base está formada por aguas minerales, las bebidas refrescantes sin azúcar o a-calóricas y el té o café sin azúcar, le siguen los zumos de frutas naturales, de verduras, leche o lácteos bajos en grasa sin azúcar,
cerveza sin alcohol, bebidas para deportistas y té o café con azúcar, las bebidas refrescantes carbonatadas o no, endulzadas con azúcar o fructosa, forman el pico de la Pirámide, mientras que las alcohólicas de baja graduación (cerveza, vino y sidra) no son, según la SENC, útiles para la correcta hidratación pero su consumo moderado ha mostrado beneficios en adultos sanos.
Los excesos no son buenos y la única manera de prevenirlos es tomar agua en cantidades suficientes repartidas a lo largo del día para evitar desequilibrios y favorecer el rendimiento deportivo sin caer en la abundancia que puede traer graves consecuencias. Te recomiendo recurrir a bebidas de frutas y verduras naturales cuando se trata de entrenamiento deportivo, pues de ellas no sólo
obtenemos agua sino que compensamos los niveles de sodio y otros electrólitos que también se pierden ante el esfuerzo, sin olvidar que el agua también se encuentra en los alimentos que ingerimos…
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