Sevilla, España. (AGE) – El Real Madrid viajó a Las Palmas y reclamó tres puntos con un Gareth Bale de protagonista la hacer doblete, mientras el Barcelona mantuvo su invicto merced a su espíritu combativo y a un Sevilla ineficaz frente al marco de Ter Stegen. Un 2-2 final permitieron a los culés irse a casa con el récord aún intacto.
Entre errores de uno y arreones del otro, el Madrid empaquetó el triunfo ante un UD Las Palmas que sigue oteando lejos el horizonte de la permanencia. No aprovechó el resultado del Levante. Le faltó el ardor mostrado ante el Barça semanas atrás.
Halilovic y Asensio se asomaron a la puerta rival, pero golpeó primero Bale, que convirtió en oro el regalo de Luka Modric en forma de pase milimétrico. Al espacio, como le gustan a los purasangres como Bale: corrió, definió y goleó.
Benzema se sumó a la fiesta desde los once metros. Calleri cumplió una máxima: los delanteros no saben entrar a los rivales. Desbarró encima de Lucas y el delantero francés no falló.
Bale peleó por el tercero, pero se quedó sin balón firmado. Cumplió con su cometido y se apunta a Turín. El Madrid sigue apretando por la segunda plaza.
-Barcelona eficaz en un minuto frente a otro todo el segundo tiempo-
Un minuto dorado le permite al Barcelona mantener el invicto después de llevarse un buen revolcón en Sevilla. Salió Messi y rescató una vez más a los suyos.
Y es que los de Valverde celebraron como un título el empate, gestado en apenas un minuto, después de verse abajo 2-0 a falta de dos minutos para el final. Sólo un equipo con moral de hierro seguiría luchando así por salvar un partido, cuando la cómoda ventaja de los ‘culés’ en Liga les invitaba a desconectar y pensar en la Champions.
El Sevilla fue muy superior a los de Valverde, tuvo en su poder golear de manera contundente al Barcelona y dominó el encuentro hasta el minuto 88′. Pero perdonó en exceso. Y en el fútbol, el que perdona lo acaba pagando.
Así, el templo rojiblanco fue espectador directo de la tragicomedia sevillista. Los de Montella convirtieron un excelente encuentro en un chiste de muy mal gusto, y se dejaron empatar en solo dos minutos. Primero Suárez y después Messi.
Primero el castigo y después la sentencia. El Barça puso el 2-2 en el 89′, evidenció la ‘Messidependencia’ que tienen los culés y confirmó, si es que había alguna duda, que esta Liga ya está teñida de azul y granata.
