Barcelona con Messi y Suárez, mantiene a distancia a sus perseguidores
Villarreal, España. (AGE) – Conquistó el triunfo por 0-2 el líder Barcelona, con goles de Luis Suárez y Leo Messi en la parte final del duelo. Victoria justa y ajustada, normal y merecida, producto de la insistencia del uruguayo y la calidad del argentino. Costó, sí… Pero no falló el Barça.
Ganó un partido especialmente peleado, en el que tanto brilló el esfuerzo colectivo como la excepcionalidad de Ter Stegen, soberbio bajo los palos para mantener el 0-0 mientras sus compañeros, liderados por un Leo Messi al que se vigiló tan de cerca que en ocasiones dio la sensación de un cansancio mental peligroso.
El Villarreal le mantuvo el tono en todo momento y si alcanzó el descanso con ese empate sin goles que pudo interpretar ajustado al guión pero desafortunado a sus merecimientos en ataque tras estrellarse en el portero alemán del Barça, comenzó a flaquear en la segunda mitad, cuando el Barça dio un paso al frente, insistió en el dominio y se hizo dueño del terreno de juego.
En dos minutos pudieron explicarse las claves del partido. Primero con la entrada de Paco Alcácer por Denis Suárez, en el 58, y después con la expulsión de Raba, quien le atizó una entrada fuera de medida a Sergio Busquets, en el 60, tan decisiva en los minutos posteriores como justa.
Tanto que entre gritos y protestas el joven delantero fue el único que no dijo nada, marchándose a vestuarios sin rechistar, probablemente consciente de su error.
El líder fue tomando mando, sin prisa pero sin pausa y con Alcácer abrió el ataque, retocó Valverde de alguna manera el sistema y se agradeció tanto de vista como de juego. Tal que así llegó el gol, salvador, lógico y decisivo anotado por Luis Suárez a los 72 minutos tras una asistencia de Alcácer para marcar a puerta vacía después de driblar la salida de Asenjo.
Para entonces Aleix Vidal ya había entrado por Paulinho, tan elogiado en partidos anteriores como intrascendente en Villarreal y con el Barcelona convertido en el único dueño del choque, al que le dio lustre en el marcador Leo Messi, aprovechando tanto el cansancio de los locales como un pase matemático de Busquets que convirtió en ese 0-2 que cerraba todas las dudas.
El Villarreal mantuvo el pulso durante una hora de partido. Entró Alcácer y todo cambió. Cayó expulsado Raba y del dominio se pasó al asedio del Barcelona. Y de ahí a la victoria. La Liga sigue igual.
