Arsenal y Liverpool dan el primer gran espectáculo de la temporada en la Premier
Londres, Inglaterra. (EFE) – Vibrante y emocionante duelo en el Emirates Stadium entre Arsenal y Liverpool. Ganaron los ‘reds’, más certeros en la segunda mitad, por 3-4. El conjunto londinense merodeó el empate por empuje y no por brillo. Coutinho, la estrella de un choque con típico sello Premier League.
Se habla mucho de la ‘Premier League de los entrenadores’. Desde luego, Klopp ganó su partida a Wenger. El conjunto londinense, tras una buena primera mitad, se desplomó ante la irrupción de Coutinho. Wenger no supo cortar la sangría iniciada por el genio brasileño. Y el equipo de Klopp es una manada hambrienta cuando huele la herida.
Nueva muestra de que el Arsenal es un equipo academicista, de notables fundamentos y estilo innegociable. Pero el carácter no va en su ADN. A pesar del arreón final, el Liverpool fue merecedor de los tres puntos en el primer gran partido de la temporada en Inglaterra. Los ‘reds’ asaltaron, y de qué manera, el Emirates.
Los ‘gunners’, como era de esperar, se hicieron con la pelota desde el inicio ante los encorsetados hombres de Klopp. Aun así, poco peligro hasta que a Alberto Moreno le dio por protagonizar uno de sus clásicos colapsos. Cometió un penalti absurdo, que detuvo Mignolet, y se quitó de enmedio cuando Walcott se quedaba solo en su esquina. Esta vez el inglés no falló.
-Y apareció Coutinho-
Con el 1-0, el Liverpool dio dos pasos adelante, espoleado por Mané y sus carreras de kamikaze. El Arsenal, a pesar de tener un jugador en la medular que sabe de qué va la guerra como es Ramsey, no vio venir el ciclón. Lo inició Coutinho con un golpeo de falta al alcance de muy pocos. La tormenta ya había empezado.
Comenzó en el peor momento para el Arsenal, a pocos segundos del descanso. Tras la reanudación, los de Wenger eran espectros rojos entre las balas negras del Liverpool. Firmino, Lallana, Mané y Coutinho hicieron del área de Cech su feudo. El segundo golpe lo dio Lallana y el tercero, en pleno derrumbe ‘gunner’, Coutinho.
El 1-2 y el 1-3, puro sello Klopp: combinaciones rápidas y mortíferas. Se atreve el Liverpool a generar fútbol, a pesar de que atrás también ofrece concesiones y ventajas. La cara de Wenger en el banquillo era no de creérselo.
-Locura en el Emirates-
Mané terminó de poner bocabajo el Emirates con otro gol de ‘crack’: arrancada en el centro del campo, sorteó a Monreal y Chambers por velocidad y habilidad y fusiló al capitán del Arsenal con un zurdazo inapelable.
Tras el 1-4, Coutinho y Ramsey se lesionaron y cambió el decorado. Entró Cazorla, lo hizo Can y el Arsenal recuperó el resuello. Entre tanto, Chamberlain aprovechó que los ‘reds’ aún celebraban el 1-4 para recortar distancias.
Cuando parecía que ambos equipos ya habían acordado el resultado, Cazorla, de lo poco digno en el equipo de Wenger en la segunda mitad, metió un balón a la olla que encontró la cabeza de Chambers. 3-4 y esperanzas para el Arsenal.
Pero fue mera ilusión. El Liverpool de Wenger había ganado la partida psicológica y futbolística al Arsenal de Wenger, que si generó peligro fue en varias intentonas esporádicas. De momento, Klopp gana posiciones en la ‘Premier de los entrenadores’. Wenger tendrá que ir a la reválida.
