Houston, Texas. | Agencias |
Si alguien hubiera apostado porque los Kansas City Chiefs y los Houston Texans se enfrentarían en postemporada, hubieran pensado que estaba fuera de sus cabales. En especial si se considera que los Chiefs comenzaron la temporada con marca de 1-5 y los Texans con 1-4.
Pero ambos equipos pudieron reponerse contra todos los pronósticos, en especial los Chiefs que llegarán al partido de ronda de Comodines con 10 victorias consecutivas.
Hoy se enfrentaron y las malas decisiones del mariscal de campo de Texans, decidieron el juego desde muy temprano. La defensa de Kansas City interceptó cuatro veces al quarterback de los Texans en un choque en el que los Chiefs ya ganaban 7-0 a los 11 segundos.
106 yardas de retorno de kickoff de Knile Davis en la primera jugada del partido. 11 segundos. Eso es exactamente lo que duró el Texans-Chiefs. Como una carrera mala de 100 metros lisos. Todo lo demás fue simplemente agonía. Y lástima. Los Kansas City Chiefs vencieron 30-0 a los Houston Texans en partido de Ronda de Comodines de la Conferencia Americana.
La primera mitad fue dominada completamente, como se esperaba, por las defensivas. El único touchdown fue el espectacular regreso de kickoff que Knile Davis hizo en la jugada que puso en marcha el partido. Davis tomó el balón dentro de su zona de anotación y lo regresó 106 yardas para el touchdown.
No fue lo único negativo para los Texas, su quarterback Brian Hoyer fue interceptado 3 veces pero permaneció en el partido a pesar de los fuertes abucheos que el público le hizo. De esos balones perdidos los Chiefs solo sacaron 6 puntos gracias a 2 goles de campo de Cairo Santos, ambos de 49 yardas.
Alex Smith no se fue limpio. También sufrió una intercepción que rompió una larga racha de más de 100 pases sin intercepción en postemporada.
Y lo de Hoyer fue de jubilación anticipada, de cura de sueño, de crisis matrimonial y destierro. Cuatro pérdidas de balón en medio tiempo. Tres intercepciones y un fumble que igualan aquella fatídica tarde de enero de 2000, en que los Jaguars le endosaron 62 puntos a los Dolphins de un Marino, que se retiraba con dos intercepciones y dos fumbles en los dos primeros cuatros. Y como si fuera poco, Hoyer sumó una cuarta intercepción en el último cuarto, cuando solo se jugaba basura, con un pase que hizo honor al momento del partido.
El guión que se repetía una y otra vez cuando lo jugábamos en nuestra imaginación en los días previos y que reaparecía inevitablemente por mucho que intentábamos añadir factores de desequilibrio. Los Chiefs, con esos siete puntos en la buchaca, pusieron el diesel a funcionar y no se salieron ni un milímetro de su plan de juego: series interminables, muchas jugadas imaginativas pero sin correr riesgos y Alex Smith buscando a un Kelce descomunal, que no había jugado tan bien desde aquella lejana semana 1, en la que los Chiefs también atropellaron a los Texans.
Por el camino iban cayendo los ya tradicionales field goals del brasileño Cairo Santos, y Kansas City se plantaba en el medio tiempo con un 0-13 que tal vez no parezca una exageración, pero que visto lo visto era un obstáculo más alto que el Himalaya.
A mitad del Tercer cuarto los dos equipos sufrieron la baja por lesión de 2 elementos clave: el liniero defensivo J.J. Watt de los Texans y Jeremy Maclin de los Chifes.
Los Chiefs salieron mejor librados de las ausencias por lesión. Armaron dos ofensivas largas que terminaron en touchdown: pase de Alex Smith a Chris Conley en jugada de 9 yardas y luego carrera de 5 yardas de Spencer Ware para ventaja 27 – 0 en el último cuarto.
Con esta victoria los Chiefs rompen una larga espera de 22 años sin victorias en postemporada, la última fue en 1994, también en Houston pero sobre los desaparecidos Oilers.
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