Nueva York, Estados Unidos. (HSI) – La Selección de Argentina tuvo la tenacidad física y la posesión que le había faltado ante Canadá. Hoy dio mucha entrega en esos dos sentidos.
El triunfo fue por la mínima y con una jugada que para los que buscan siempre algo, es con polémica. Al límite, la jugada es legal.
En el MetLife, donde se volvían a encontrar ocho años después de aquella recordada final de Copa América 2016, Argentina y Chile jugaron una segunda fecha con un arranque completamente albiceleste.
El equipo no quedó traumado cuando Messi se comenzó a masajear el aductor. De hecho, con el 10 afuera, casi marca el 1-0 con un tiro de De Paul.
Messi estrelló una pelota en el palo a los 35’, Nico González tuvo sus chances y Julián Álvarez también enfrentó cara a cara a Bravo.
Pero una y otra vez se le negó. En los primeros 45’, el equipo de Scaloni terminó con 61% de posesión y 13 remates al arco mientras que Chile no logró inquietar al «Dibu».
Control absoluto de la Albiceleste
Argentina siempre tuvo el control del partido. O casi siempre. El segundo tiempo fue una continuidad del primero.
Nico González partió el retroceso por la izquierda, Gareca le sacó jugó por ahí y dos desbordes, terminaron en dos remates tremendos de Rodrigo Echeverría, el volante de Huracán, que si no fuera por el enorme Dibu Martínez, la noche hubiera terminado de otra manera.
Argentina siguió insistiendo y tuvo su premio: primero Messi estuvo cerca de lograr un gol olímpico, rechazado por Bravo.
Y en el córner siguiente, a los 87’, Lautaro Martínez aprovechó el rebote y marcó su segundo gol en el torneo.
El actual campeón del mundo cerrará su participación en la fase de grupos enfrenando a Perú.
Será el sábado a las 21.00 (hora argentina) en el estadio Hard Rock Stadium de Miami.
Canadá vence a Perú con golazo de Jonathan David
