París, Francia. (EFE) – El Mónaco sufrió lo indecible para conservar el liderato de la Liga francesa, tras imponerse este miércoles por 1-2 al Montpellier, en un encuentro en el que el larguero evitó el empate de los locales en el tiempo de prolongación.
Agobios de los que tampoco se libró el París Saint Germain, segundo clasificado, que tuvo que esperar al tiempo añadido, para acabar con la resistencia del Lille, gracias a un gol del brasileño Lucas Moura que firmó en el 92 el definitivo 2-1 para los del español Unai Emery.
Un sufrimiento que nadie hubiera podido imaginar, dado el dominio del conjunto parisino, como también parecía impensable que alguien pudiera cuestionar la victoria del Mónaco, tras la contundencia mostrada por los del Principado en una primera mitad, en la que los del portugués Leonardo Jardim demostraron porqué son el equipo más goleador de las grandes ligas europeas.
Los tantos del central polaco Kamil Glik, que abrió el marcador para el Mónaco a los 16 minutos, y del jovencísimo delantero Kylian Mbappe, que firmó el 0-2 cinco minutos más tarde, hacían presagiar una goleada visitante.
De hecho, el veloz Mbappe pudo lograr el 0-3 en la última jugada del primer período tras un fulgurante contragolpe, pero lo que parecía destinado a convertirse en una plácida noche para el Mónaco no tardó en convertirse en un suplicio para los visitantes.
Espoleados por el gol del brasileño Vitorino Hilton, que estableció de cabeza el 1-2 a los dos minutos de la reanudación, los jugadores del Montpellier adelantaron sus líneas hasta hacerse por completo con el dominio del encuentro.
Superioridad que se convirtió en un auténtico asedio, tras la expulsión a los 88 minutos del defensa brasileño del Mónaco Jemerson, que condenó a su equipo a unos minutos finales de agobio, en los que sólo el larguero evitó el empate local tras repeler un remate de cabeza del senegalés Souleymane Camara a los 95 minutos.
Un sufrido triunfo que permite al Mónaco seguir conservando tres puntos de ventaja sobre un París Saint Germain, que tuvo que esperar hasta la prolongación para poder cantar victoria (2-1) ante un numantino Lille.
El gol de Lucas Moura, muy protestado por los jugadores visitantes, que reclamaron posición antirreglamentaria del jugador brasileño, salvó del empate a un París Saint Germain, que parecía condenado irremediablemente a las tablas, tras el error del portero Alphonse Areola.
El guardameta parisino se dejó robar en su propio área el balón, tras una cesión de Thiago Silva, propiciando a los 86 minutos el momentáneo empate (1-1) de un Lille, que hasta entonces apenas había inquietado la meta de Areola.
Todo los contrario que el París Saint Germain que se estrelló una y otra vez con el meta visitante, el nigeriano Vincent Enyeama, que retrasó hasta los 70 minutos el primer tanto local con sus decisivas, aunque no siempre ortodoxas, paradas
Un muro que, como no, logró derribar finalmente el delantero uruguayo Edinson Cavani, que firmó su vigésimo tercer tanto de la temporada, al batir de cabeza (1-0) a los 70 minutos al hasta entonces infranqueable Enyeama.
Pero el error de Areaola, ex guardameta del Villarreal, obligó al París Saint Germain a un último esfuerzo, que Lucas Moura hizo bueno tras firmar en la prolongación del definitivo 2-1 para los del español Unai Emery.
Mucho más plácido fue el triunfo del Girondins de Burdeos, que se aupó hasta la sexta posición provisional, tras golear por 0-4 a un Caen, víctima de sus errores defensivos.
Y es que dos de los cuatro goles visitantes pueden atribuirse directamente a los fallos de la zaga local, especialmente el primero, un fallido intento de cesión de Jordan Leborgne, que permitió al uruguayo Diego Rolan plantarse solo en el área rival para firmar el 0-1 a los 11 minutos.
Tampoco estuvo acertado minutos más tarde el guardameta del Caen Rémy Vercoutre en el segundo gol visitante, obra del guineano François Kamano, que volvió a marcar en la segunda mitad el tercero de los cuatro tantos de un Burdeos que cerró su goleada (0-4) en el Michel-d’Ornano con un tanto del checo Jaroslav Plasil a los 90 minutos.
