Aposta por la paz
Raphael Varane (d) celebra después de anotar un gol durante un partido entre el Sporting Lisboa. Foto EFE
Lisboa, Portugal. (EFE) – Victoria sufrida del conjunto blanco ante un valeroso Sporting de Lisboa, que llegó a empatar con un jugador menos. Benzema se reivindicó con el gol que salvó los muebles y las opciones de liderato.
Sangre, sudor y lesiones para poder ganar en Lisboa. El triunfo le ha podido salir carísimo a un Real Madrid que recupera a Ramos y a Benzema para la causa, pero ha podido perder a Marcelo y Bale, con el ‘Clásico’ a diez días vista.
Se sabía que era visita complicada la del José Alvalade. A Cristiano, casi de fogueo, le pudo el sentimentalismo y apenas tuvo protagonismo durante todo el encuentro. Isco no encontró las facilidades del Calderón, pero sacó a relucir su varita para bregar ante un Adrien Silva que cada vez tiene mejor pinta.
Intentó mandar siempre el Madrid, pero Gelson Martins volvió a colocarse en el escaparate con una exhibición de potencia y recursos por la derecha. La Academia lisboeta es la fábrica de extremos por excelencia, y el luso fue un quebradero de cabeza primero para Marcelo y después para Coentrao.
Aun así, la solidez que ofreció el equipo de Zidane en el Calderón, bastó para marcharse al descanso con ventaja. Varane, oportuno y listo en las acciones a balón parado, pescó un rechace para hacer el primero.
El Sporting no lo notó y siguió llegando con peligro por ambas bandas, sobre todo por la derecha. Pese a la voluntariedad de los portugueses, no hubo respuesta al 0-1 antes del descanso.
Bale acabó lesionado. Foto AFP
-Empate con diez y otra remontada-
En la segunda mitad amenazó con sestear al Madrid, y el Sporting se creció, incluso con un hombre menos tras la expulsión de Joao Pereira. Y con diez, le fue comiendo terreno al Madrid hasta la absurda jugada del penalti. Coentrao reclamaba mano y sus aspavientos acabaron provocando un penalti, precisamente por las mismas manos que reclamaba. El chiste acabó en el fondo de la portería gracias a la efectividad de un enorme Adrien Silva.
Con diez minutos por delante, tocó remontada. Otra vez. Y como en el Bernabéu, llegó. Ramos se vistió de ese lateral con el que deslumbró al mundo y le puso un balón de oro a Benzema, al que las dos suplencias consecutivas parecen haberle descongelado su habitual sangre de horchata.
Gol, desahogo y vida para una última jornada muy prometedora en Chamartín. El Sporting, digno y valeroso, murió de pie. Amenazando a Keylor hasta el final. El Madrid, feliz hasta que llegó a vestuarios y vio el estado de su enfermería. El ‘Clásico’ se acerca y Marcelo y Bale están en el aire.
Sergio Ramos volvió a salvar al Real Madrid en otra noche gris. Foto EFE
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