La Palanca Mendoza: de las glorias del Vida, a las canchas de veteranos en Miami

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Miami, Estados Unidos. (HSI) – ¿Quien que diga seguir al «Rojo más amado de Honduras» no recuerda a Enrique, la «Palanca» Mendoza de aquella época dorado de los años ochentas? ¿Qué máster en estadísticas no lo tiene en sus notas del Vida más glorioso de la historia? ¿Quién que visita los engramados de la Liga de Veteranos Hondureña de Miami, no se queda mirando la clase que aún hay en las piernas de Quique?

Este catracho, exestrella del Vida de la Ceiba y de la Selección Nacional de Honduras, nos abrió las puertas de su casa, junto a su esposa con quien lleva 30 años de casados. Entre conversación, café y un sabroso pastel de chocolate, de esos que este su servidor tiene como su favorito, recordamos, volvimos a vivir esos años lindos en la institución mas querida de los ceibeños, esa que es fundador de la LNP, equipo que mas allá de las dificultades por las que recorre los torneos de liga, jamás ha descendido y por supuesto hemos llevado nostalgia a los ojos de este ‘rojo’ de esos de cepa, de esos de corazón, de esos que jamás olvidan un primer amor.

HSI. ¿Quién es Enrique Mendoza, para muchos gloria del fútbol hondureño, astro de la Ceiba e ídolo en el Vida?

EM. Tuve la suerte de ser parte con un equipo como el Vida que vivió esa época de oro como le dicen ahora, compartir con grandes jugadores que amaban esa camisa, estrellas, pues para mi eran estrellas del club como Marshall, «Burrita» Acosta, «Bomba» Hynds (QDDG), Marcos Peña, Jairo Cifuentes y otros que eran ya consagrados en el club cuando yo llegué. A pesar que no habían sido campeones, eran grandes jugadores y animadores del campeonato de La Liga.

HSI. ¿Por qué «Palanca» Mendoza?

EM. Henry Márquez Cabrera es quien me puso ese apodo y según tengo entendido que dice él es porque yo era «la palanca que mueve a los «Rojos» (Vida) y fue así que se me quedó ese apodo.

HSI. Los jugadores marcan época, ustedes lo hicieron, ¿por qué no puede el Vida hoy dia?

EM. Bueno, amor a la camisa es básico. Hoy dia los jugadores andan de un equipo a otro, no toman amor a ninguna camisa de esa forma que se trabaja hoy dia. No es culpa del jugador, alli los clubes influyen si no tienen un proyecto alrededor de un equipo base. El Vida lo tenia y habia poca rotación en la plantilla. También recuerdo que la directiva por esos años tuvo la idea de hacer siempre pretemporada (no se hacían tantas en esos años) y nuestro preparador físico, Hipólito López (marchista) nos preparó bien además que el equipo tenía una camada de jugadores jóvenes y todo eso hizo que el equipo fuera competitivo y estuviera siempre peleando por los campeonatos. Hoy esa continuidad de jugadores casi no existe.

HSI. ¿Quiénes eran los jugadores que más destacaban en ese equipo y con quién te llevabas mejor?

EM. Me llevaba bien con todos ellos, pero mi «socio» era Matilde Lacayo que era el goleador del equipo. Todos eran tremendos jugadores, no podría decir quien destacaba mas porque éramos un equipo.

HSI. ¿Tu recuerdo más bonito con los «Cocoteros»?

EM. Bueno, hay tantos, pero la final del 81 es especial porque fuimos a jugar un partido extra para definir el finalista. Fue en San Pedro Sula, pero me tocó hacer el gol contra Motagua y con ello llegamos a la final. Eso nunca se me va a olvidar. Posteriormente nos coronamos donde anoté en ambos juegos. Eso nos hizo campeones por primera vez y fue algo lindo porque ver un equipo chico ser campeón no se suele dar. Disfrutamos mucho de la caravana y después el carnaval que se dio para nosotros y los aficionados del Vida. Al año siguiente tuvimos nuestra primera experiencia en lo que hoy es la Concachampions y empatamos en La Ceiba y ellos nos ganaron en México. Tuca Ferretti hizo los dos goles de ellos que ganaban 0-2 y yo hice el del empate de penal.

HSI. vino el campeonato del 83. Un torneo largo sin liguilla pero que era muy complicado de ganar. La puja fue con la Universidad de Chelato Uclés. ¿Qué recuerdas de ese campeonato?

EM. Fue un titulo bastante importante para mi porque fue el año que me lesioné en Costa Rica con la selección y estuve tres meses fuera de las canchas. Recuerdo que cuando me recuperé me tocó jugar en San Pedro contra el España y empatamos ese juego pero alli inició mi recuperacion. Los últimos siete juegos de ese torneo los jugué de defensa central y contribuí mucho para que el equipo saliera campeón. En un partido contra Marathón me acuerdo bien que nos estaban ganando por 1-0 faltando nueve minutos. Tan Martínez empató y ¨Papeto¨Lobo de un bombazo metió el del gane en un campeonato que fue muy disputado. Tuvimos que ganarle a la Universidad misma para pasarles en la Tabla en un juego donde nos pitaron dos penales. Medina paró uno y ganamos para coronarnos contra el Dandi de Danlí y dar la vuelta olímpica en La Ceiba. Anoté ese dia y ellos empatan con autogol de Teddy Lozano.

HSI. Selección Nacional, ¿cómo fue tu historia vistiendo los colores de la Bicolor?

EM. Viví buenos momentos con la Selección. Primero en el Mundial Juvenil donde anoté gol contra los húngaros También jugué contra las estrellas del fútbol uruguayo y terminé jugando dos partidos.

También en la Olímpica jugué. Recuerdo que le hice un gol a los ticos en Costa Rica y ganábamos 0-2, el resultado que necesitábamos para clasificar. Me lesioné y terminamos perdiendo ese juego por 3-2. También con la mayor hice buenos partidos en los juegos clasificatorios para el mundial del 86 pero lastimosamente no pudimos clasificar.

HSI. ¿Algun entrenador que te haya marcado de forma positiva en tu vida profesional como jugador?

EM. Bueno, no sé si ustedes recuerdan un entrenador chileno, Jaime Ormazabal porque yo jugaba de central, cuando llegué al Vida esa era mi posición de juego. Pero él tuvo el tacto y ojo de decir, Mendoza me puede servir de mediocampista y fue alli que él me dio la oportunidad de jugar en el medio pero siempre que me necesitaba, me ubicaba de central. Me marcó porque hizo ese cambio en mi y asi pude ser la ¨palanca¨del Vida de esos años.

HSI. ¿Te recuerdas el torneo del 85?

EM. Jajajaja. Claro que lo recuerdo. Esa final contra el equipo de Roberto Iván (nuestro anfitrión que hizo de fotógrafo), el Marathón y que Roy (Padilla Bardales) saltó mas que el «Pollo» Galindo y que yo, nos anotó un gol y con eso ellos fueron campeones. Perdimos esa final. Fue un partido muy bueno, partidazo y la pelota no quiso entrar. «Chicharro» Guerrero nos paró todo ese día. Era un partido que ninguno merecía perder pero ellos hicieron el gol y fueron campeones.

HSI. Te viniste a EUA y ya llevas 30 años aquí. Qué es de Enrique Mendoza aquí?

EM. Aquí todo cambia para uno que fue futbolista profesional. No sigo tanto la liga pero si siempre estoy pendiente de como va el equipo. Solo no soy tan obcecado como solía serlo antes. Sigo jugando a la pelota. Ahorita no porque estoy lesionado pero si extraño mucho el fútbol. Juego con el Honduras U-50 de Miami.

HSI. Victoria está en segunda. ¿Qué significaba para vos esos clásicos en La Ceiba?

EM. Si eran importantes para mi pero como otro juego para mi. Si me gustaba jugarlos y ganarlos pero no tenían un sabor tan especial que para otros si tenía. Hay una anécdota de la «Bomba» Hynds. Parece que él molestaba a los defensar del Victoria diciéndoles que los iba a despedazar y les iba a anotar. El si se lo tomaba en serio. Jajajaja.

HSI. Finalmente, ¿qué significa para Mendoza el Vida?

EM. Bueno, recuerdo que cuando tenia como 14 años, vi jugar al Vida en Coyoles Central y entonces me llamó la atención el color rojo del uniforme y desde allí quedé enamorado de esos colores y de ese equipo. Le pedí a mi padre que me llevara a hacer la prueba con el Vida y no me quitó el sueño, me llevó y pasé la prueba y por eso el Vida significa tanto para mi. Hasta me tuve que pagar la semana de comida cuando fui a hacer la prueba con el Vida. Jajaja. Eso cuando casi tenía 16 años.

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