Pennsylvania, Estados Unidos. (HSI) – Para empezar, repasemos brevemente algunos aspectos que se vieron en el proceso de Fabián Coito para luego hacer un contraste de lo que se espera bajo la dirección de Hernán Darío Gómez.
Al proceso de Fabián Coito le faltó consolidación. Si observamos, las alineaciones que presentó para las seis jornadas de esta eliminatoria fueron todas diferentes.
Le hizo un buen partido a Canadá en la primera jornada, pero no repitió esa alineación ante El Salvador. Contra Estados Unidos se inventó otra alineación que surtió efecto en el primer tiempo del partido, pero también no la repitió.
Además, se tomaba el riesgo de cambiar la función de algunos jugadores, poniéndolos en posiciones que no dominan. ¿Cómo culminó todo esto?
De tantos cambios, el equipo no funcionó como un equipo trabajado y no se formaron esas asociaciones que suelen nacer entre los jugadores. Peor aún, esto los perjudicó mentalmente.
Por estos hechos podemos discernir que Fabián ponía por encima su criterio en vez de buscar incentivar las virtudes y el talento de algunos jugadores.
O sea, con tal de que estos jugadores pudieran desempeñar la función que les asignaba, él no los colocaba donde mejor rinden. Esto explica por qué en su convocatoria incluyó a jugadores que no parecían estar a la altura.
En fin, la era Coito concluyó porque terminó hundiendo la moral del equipo. Tanto el proceso irregular como la falta de victorias los llenó de incertidumbre. El no haber podido ganarle a Costa Rica ni a Jamaica en casa es prueba de ello.
Ahora, con Hernán Darío Gómez al mando, ¿Qué cambios se pueden esperar en la Selección Nacional de Honduras?
Primero de todo, falta un poco más de tres semanas para el partido en casa contra Panamá; por tanto, dudo que Hernán Darío invente mucho.
Pero, para profundizar este análisis, hay que destacar algunos puntos de Hernán Darío Gómez como entrenador que pueden determinar las diferencias que podremos ver. Para esto, analizaremos cómo él planteó a Panamá en partidos claves en el proceso eliminatorio anterior rumbo a Rusia.
Durante la Hexagonal, contra Honduras, Costa Rica, Estados Unidos, y los partidos en casa ante México y Trinidad & Tobago, el «Bolillo» Gómez planteó a Panamá usando un 4-4-2 de formación.
Hacía buen uso de sus volantes extremos por las bandas; también haciéndolos cortar diagonalmente en dirección al marco. Tenía a un goleador en el área (el caso de Blas Pérez) y a un acompañante que andaba suelto en el frente de ataque como un media punta o «9 ½».
Como vemos, sus alineaciones siempre tenían un enfoque ofensivo y no se reservaba cuando enfrentaba partidos bravos, sea en casa o de visita. De los ocho partidos que me referí anteriormente, logró sumar 13 puntos.
El «Bolillo» Gómez es un entrenador que hace funcionar a sus equipos en conjunto sin depender tanto de individualidades. Tampoco acostumbra cambiar mucho sus alineaciones, por ende, espero ver a la «H» más consolidada bajo su dirección.
Si el «profe» Hernán Darío sigue fiel a su idea de juego, su primera misión será encontrar a un 9 de área, que bien pudiera ser Bryan Róchez. Estoy seguro que su acompañante de «9 ½» será el «Choco» Lozano y Brayan Moya como segunda opción.
Además, me imagino que de volantes extremos contará con Luis Palma, Romell Quioto, Andy Najar y Alberth Elis. En fin, él es uno de los tres directores técnicos que han clasificado al mundial a tres selecciones nacionales. Además, no se puede negar que dice mucho de su mentalidad ganadora el haber aceptado este reto de clasificar a la Bicolor al mundial.
Indudablemente, esto contagiará a los jugadores para que crean en sí mismos de nuevo y luchen hasta el final.
