Blog de Vergara: «nadie sabe realmente lo que tiene hasta que lo pierde»
Buenos Aires, Argentina. | HSI |
Lionel Messi tiene una capacidad asombrosa. Ahora, con la insospechada novedad de tener al 99.9% de los argentinos de su lado, algo impensado hace apenas días, el mejor futbolista del planeta acaba de perder su cuarta final consecutiva con la albiceleste, pero esta vez ya no se le reclama: ahora se lo llora.
Así se vive por estas tierras. Posiblemente, de no haber renunciado al seleccionado, todavía estarían lloviendo las recriminaciones. Sin la única luz de esperanza de la Argentina, parece que varios han reaccionado: sin Messi, el equipo de Gerardo Martino es uno más, es un conjunto del montón. ¿Se le pedirá por favor que regrese si el andar por las Eliminatorias se torna complicado? No sería la primera vez, vale recordar que previo al Mundial de 1994 tuvieron que llamar para salir de apuros a Diego Armando Maradona para disputar un repechaje contra Australia. Pasaron más de 20 años desde esa experiencia, pero nuestro país no aprende. Es, justamente, el único lugar del planeta donde Messi es objeto de críticas despiadadas. Quién sabe si fue magia o qué, pero ahora a Lionel le llueven cartas, mensajes y hashtags con un solo pedido: «No te vayas».
Dicen que nadie sabe realmente lo que tiene hasta que lo pierde… Si eso es verdad, aquí tenemos un ejemplo concreto. Vale aclarar, por supuesto, que Messi tiene en Argentina millones de admiradores. Lo que se pone en tela de juicio es el resto. Claro: todo el mundo tiene derecho a opinar, se vive en democracia. Pero, ¿es justo reflejar en él los fracasos propios? ¿Es justo machacarle absolutamente todo? ¿Por qué siempre se debe salir primero?
Luego de la derrota, con lágrimas en los ojos después de ver a Messi como nunca lo habíamos observado, me puse a pensar en algo que siempre se me viene a la mente cada vez que el rosarino entra a una cancha de fútbol: es la única persona de este deporte que me genera un cosquilleo especial, es la única persona que me hace pensar que lo imposible para él es posible; es la única persona que me mantiene en vilo los 90 minutos, porque con Messi nunca se sabe realmente qué puede pasar, y si uno se descuida dos minutos quizás se pierda un momento histórico. Messi es eso: Messi cautiva. Para los que pasamos los 30 años, él tiene la fabulosa capacidad de trasladarnos a la infancia, al juego con los amigos, al «potrero», al correr detrás de la pelota sin importar el resultado. Messi es alegría.
Hoy, en la Argentina, se hace complejo pensar en frío. No sólo por lo que sucede con Messi: faltan apenas semanas para el comienzo de la segunda parte de la temporada y todavía no se sabe cómo será el torneo local, ni el formato, ni las fechas. Nada. La AFA se encuentra inmersa en el peor caos de su historia.
Frente a este panorama, tal vez lo mejor sea dejar a Messi en paz, que descanse con su familia, que le dé aire a su cabeza. Ahora se abre un momento de complicada gestión. Somos muchos los que intentamos creer que luego de un tiempo, pondrá la mente en frío y tendrá ganas de hacer lo que más ama, lo que más sabe: jugar a la pelota. Es una obviedad: lo seguirá haciendo en Barcelona. Nadie lo hace como él. Pero lo que más deseamos por estas tierras es que represente a su país. Tampoco nadie lo hace como él.
Un comentario