Liverpool, Inglaterra. (AGE) – Tres años después, y de la mano de un Jürgen Klopp, un técnico acostumbrado a estos menesteres, que cambió la tónica de un gigante europeo venido a menos, el Liverpool logró un pase a Champions League.
Los ‘reds’ volvieron a casa tras un recital de fútbol ante un Hoffenheim que no fue rival para ellos (4-2).
Anfield se engalanó para una noche que se antojaba histórica. Con un lleno absoluto, un ambiente espectacular y 11 soldados dispuestos a comerse el mundo.
El equipo de Klopp demostró que vuelve a merecerse codearse con los mejores del mundo. Y para ello sólo le bastaron 20 minutos mágicos. 20 minutos en los que los astros se alinearon con la estrella de Merseyside para, de la mano de Can y Salah, dejar la eliminatoria vista para sentencia con tres vertiginosos tantos.
El alemán firmó el primero y el tercero. Ambos fueron tras jugadas bien maduradas en el centro del campo. El Liverpool tocaba con tranquilidad en el círculo central, pero imprimía una marcha más al llegar a tres cuartos. Y el Hoffenheim no pudo hacer nada contra eso.
El segundo lo anotó Salah al aprovechar un disparo de Firmino que escupió el poste izquierdo. Con 3-0 en el marcador, el Hoffenheim se vino arriba. Uth firmó un 3-1 antes del descanso que tan sólo serviría para maquillar el marcador. Tuvo muy mala suerte el Liverpool en los uno contra uno, algo que fue mérito también de Baumann, el meta del Hoffenheim.
Segunda mitad, mismo cuento El destino estaba escrito. Y lo escribieron los que vestían de rojo. Los hombres de Klopp no dieron la oportunidad a los alemanes de meterse en el partido, firmando el cuarto gol gracias a un tanto a la contra de Firmino. Todavía hubo tiempo de que Wagner, con un gran testarazo, maquillara con el 4-2 el encuentro. Pero la fiesta en las gradas de Anfield era imparable.
¡El Liverpool vuelve a casa. Y la Champions, a Anfield!
