Caso Velásquez Moya y las aristas que deja al fútbol hondureño
FENAFUTH debe dar la cara y mostrar el comunicado de la FIFA.
San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – Lo de Brayan Velásquez Moya es crónica de una muerte anunciada. En la medida que se develan mas aspectos del caso, es notorio que hubo de todo, menos ignorancia de lo que hoy ha explotado en la cara de aquellos que esperaban que por obra y gracia de los desconocido, se esfumara.
Mucho se ha hablado de este tema en las últimas ocho horas. Velásquez Moya en boca de todos los Medios de Comunicación.
Brayan Velásquez Moya tiene varias salidas a este caso: irse a jugar con el Zulia FC y cumplir su contrato. Otra es pagar los 120 mil dólares mas intereses y quedar libre de jugar con Olimpia, y la otra es no pagar y esperar seis meses congelado. Luego esperar que la FIFA vía conciliación entre ambos lleguen a un acuerdo. Esto último dependerá mucho de los desenlaces que se vengan luego del comunicado de hoy.
Club Olimpia Deportiva tiene para pagar esta cantidad que resolvió la FIFA, que de paso es benigna considerando que la clausula de recisión es de tres millones de dólares y de esa manera contar con el jugador. Firmarlo por al menos cuatro años y esperar recuperar el dinero en una futura operación de transferencia.
Tratamos de hablar con Luis Farías, presidente del Zulia FC, pero este leyó y no respondió. Evitan la polémica, eso lo entendemos pero no responder no está a la altura de alguien que preside un club, mas si demandan a un jugador. Pero igual el caso está allí y se viene novela, especialmente porque la FENAFUTH que debe de responder, siga llamada al silencio y aparezca con un comunicado tan superficial. Es claro que el Club Olimpia Deportivo no tiene nada porque ser penalizado, pero en orden de la transparencia antes mencionada, debe mostrar el comunicado de la FIFA con su fecha de emisión, de manera de mostrar algo de transparencia en un país donde el fútbol se administra a puertas cerradas, con la ley aplicándose para unos y para otros no existe, en dónde la plata flota y el corcho se hunde.
El jugador en algún momento argumentó no conocer lo que firmó, pero ahora, con cuatro contratos firmados, incluyendo el de Olimpia, poca credibilidad le queda, aunque claramente el club merengue sabía muy bien en lo que se metía al contratarle. Esto fue un riesgo calculado por lo que seguramente el club, que mañana se reúne a nivel de junta directiva, pagará el monto, cerrará el capítulo actual de la novela de Brayan y abrirá el siguiente, sacarle provecho a su nivel futbolístico y si le es posible, venderlo y sacar dinero de la operación.
Queda claro que los equipos «chicos» no tienen las mismas contemplaciones, pues solo en el CDS Vida, hay tres caso dignos de estudio en relación a la aplicación de la ley.
