Manchester, Inglaterra. (BES) – El United estrenó la Premier con una cómoda victoria ante un decepcionante West Ham que apenas probó a De Gea.
Lukaku y Matic completan el engranaje de Mourinho. En una primera jornada en la que los grandes tuvieron serios problemas para puntuar, algunos ni lo hicieron, el Manchester United presentó su candidatura al título con un triunfo cómodo, justo y efectivo ante un West Ham que también presentó sus argumentos para fimar otra temporada nefasta.
Los de Bilic firmaron un partido lamentable, atenazados en todo momento y presos de un United que parece haber encontrado las dos piezas que le faltaban al puzzle de Mou: Lukaku y Matic.
El primero encajó el centro del campo y el segundo puso el ‘punch’ que faltó por momentos el año pasado. Sumar eso a un gran equipo es mucho y el West Ham fue un simple muñeco en manos de un gigante con ganas de juguetear.
Un doblete de Lukaku con el descanso de por medio liquidó un encuentro que apenas tuvo historia. Y no la tuvo porque este West Ham tan remozado en ataque casi ni probó a De Gea, que disfrutó de un partido plácido atrás.
Chicharito pasó desapercibido y a Arnautovic se le vio más tiempo tapando a Valencia que al revés. Ayew no existió y si le quitas las alas a un equipo que brilla por tener más músculo que cerebro en la medular, no hay mucho más que hacer. Mourinho lo sabía y su equipo vivió 90 minutos de suma tranquilidad.
Metió cuatro que pudieron ser seis o siete si Rashford combinara su talento con algo más de efectividad. La que sí tuvieron Martial para reivindicarse y Pogba para completar otro gran partido.
Además, el 4-0 les dio un significativo liderato para el equipo que mejor estreno ha tenido en esta Premier entre los favoritos a levantarla. United y West Ham ya asustan, pero por muy distintas razones.
