Amsterdam, Holanda. (EFE) – El Ajax puso pie y medio en una final de la UEFA Europa League más de 20 años después de la última gracias a una exhibición futbolística en la que primó el ataque. Vendabal de fútbol total ante un Lyon que dispuso de ocasiones para maquillar mejor, pero que si sale con algo más de vida de Amsterdam es por la actuación de Lopes, que evitó hasta cuatro o cinco goles más de un Ajax desatado.
El equipo holandés no se frenó en ningún momento. Desde que encontró el camino por medio de Traoré, convirtió el partido en una oda al fútbol. La juventud de un equipo tan atractivo, aumentaba la osadía de atacar hasta cuando la mayoría optaría por guardar la ropa.
Dolberg aprovechó un error defensivo francés para definir de maravilla y poner el 2-0. Otro mazazo para un Lyon que notaba en exceso las bajas de algunos de sus jugadores más destacados. El delantero promete tanto que no será raro verle en un grande dentro de uno o dos años.
Tras el descanso, el Lyon salió en busca de un gol que abriera la eliminatoria. Lo encontró, pero el precio de conseguirlo fue encajar otros dos tantos que complicaron mucho el billete para la final. Younes hizo el tercero cuando parecía más cerca el 2-1 y Onana salvaba muebles desde atrás.
Valbuena amenazó con cambiar el escenario tras un gran gol marca de la casa. Fekir aprovechó la indecisión y tuvo el 3-2 minutos después, pero Onana le sacó el mano a mano. Y como suele ocurrir en esto del fútbol, Traoré pasó del 3-2 al 4-1 en cuestión de jugadas.
A partir de ahí, el partido fue un festival de ataques. Sobre todo del Ajax, que aprovechaba los agujeros de un Lyon roto. Pero entre Lopes, el egoismo de un talento puro como Ziyech y el colchón del resultado, nadie fue capaz de mover el marcador. Onana también permitió acudir con mejor renta a Lyon, aunque si de algo se puede arrepentir este glorioso Ajax es de no haber solventado del todo una eliminatoria que dejó abierta una pequeña ventana a la remontada.
