Houston, Estados Unidos. (Agencias) – La Selección de Honduras confirmó su mal momento y perdió frente a Curazao por 0-1 y con ello queda fuera nuevamente de la Copa Oro. Fabián Coito parece no saber nada del fútbol hondureño y para no arriesgarse puso un once inicial ya conocido por su fracaso con Jorge Luis pinto en la clasificatoria anterior.
Mismos bailarines, mismo baile, mismo ritmo y por supuesto, mismo resultado: fracaso.
Este 21 de junio es una fecha que quedará marcada en la historia de la Selección de Fútbol de Curazao, ya que lograron marcar su primer gol en Copa Oro. Lo conseguido esta noche ante Honduras es especial para este combinado más allá del resultado final del partido.
Gran sorpresa en el Grupo C. Curazao derrotó a Honduras por 1-0 y mandó al equipo catracha al fondo de la tabla con 0 puntos y sin posibilidad de clasificar.
Ambos equipos llegaban al encuentro con una derrota a cuestas luego que Honduras cayese con Jamaica y Curazao hiciera lo propio ante El Salvador.
Con este resultado Curazao mantiene la esperanza de clasificar a la siguiente ronda cuando enfrente a El Salvador. Por otro lado, Honduras queda eliminado de la Copa de Oro 2019 al sumar su segunda derrota.
– Opinión: Honduras hace el ridículo por necedad –
La Bicolor jugó a lo de siempre. Sin ideas, sin alma, sin inspiración. «Pecho frío» sería un buen nombre para este grupo de jugadores de los que salvaríamos a Buba López, Michaell Chirinos y Rubilio Castillo. Los demás, no están para jugar en la «H».
Cada vez parece ser mas cierta la frase que es viral en redes sociales: «La Bicolor es nido de argollas». Viendo lo esta Copa Oro, nos hacemos a la idea que termina siendo cierto y que el uruguayo habla bonito, como buen extranjero: «pajero» y que por dentro sabe que hará lo mismo de siempre.
Fabián Coito habla bien. No se pelea con nadie para decir sus «intenciones» pero al final hace lo mismo. Convoca a los mismos que dejaron fuera a Honduras de Rusia 2018. Los mismos que se le revelaron a Jorge Luis Pinto. Los mismo que juegan a nada.
Destituir a Coito sería saludable para mostrarle al siguiente técnico que hay que trabajar y dejar de engañar.
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